Con 17 años, Antonella Costanzo acumula experiencias artísticas que muchos sueñan con vivir: concursos televisivos, escenarios compartidos con grandes figuras y una voz que se abre camino con autenticidad. Entre la escuela, los amigos y la música, Anto elige siempre cantar desde el corazón, convencida de que su mayor logro, es ser feliz.
¿Cuándo descubriste tu pasión por el canto y cómo fueron tus primeros pasos?
Mi pasión por el canto estuvo siempre conmigo, aunque más que hablar del canto, yo hablo del arte, porque yo nací y crecí rodeada de artistas, pero no de cantantes en realidad. En mi familia somos todas bailarinas, y eso hizo que conozca por primera vez qué era la música, y cómo a través de ella podía expresar un montón de cosas. Ahí fue cuando empecé a cantar en karaokes y peñas, hasta que un día le pedí a mis papás si me podían llevar a clases de canto, y ahí empecé un camino que nunca imaginé, me llevaría a donde estoy hoy.
¿Quiénes te impulsaron o inspiraron a dedicarte a la música? ¿Qué lugar ocupa tu familia en este sentido?
Hay muchas personas que me inspiraron en este camino, pero principalmente como artista me inspiró mucho mi tía Alejandra, por la manera de transmitir al bailar. No solo baila hermosamente, sino que también tiene una manera de hacerlo que te llega, y eso me inspiró siempre a que mi forma de cantar sea un poco así también. Más en la parte del canto, siempre nombo a Laura Garin, que fue mi primer profesora de canto y un referente para mi, por lo talentosa que es, pero sobre todo, lo buena persona que es.
Mi familia es mi pilar más importante, lo digo siempre y sobre todo les agradezco mucho. Sin su acompañamiento no hubiera podido llegar a nada, sobretodo porque cuando arrancas en este camino desde muy chica, te cruzas con personas que no miden lo que le dicen o hacen a una nena, y sin el apoyo de ellos, creo que no hubiera podido seguir, y quizás le hubiera hecho caso a las personas que me decían que deje este mundo porque, ¿qué iba a lograr yo en la música? Creo que ahora entendí qué era eso que iba a lograr en la música: ser feliz.
Has participado en concursos, programas de televisión, inclusive fuera del país ¿qué aprendizajes te dejaron todas estas experiencias?
Siempre digo que todas las experiencias son únicas. No importa si estás en el teatro más grande del mundo o en el patio de tu casa, si estás disfrutando de la música y de lo que amas, se siente igual de lindo. Lo que más me llevo de todos los distintos eventos en los que he participado son los amigos que hago en el camino. Al día de hoy tengo amigos de todas partes del país e inclusive fuera del continente, por estas experiencias que, aunque no nos veamos tan seguido hablamos a diario y siempre están cuando los necesito.
¿Recordás algún momento especial de tus presentaciones en público con personalidades reconocidas con las que te has cruzado en tu camino…
El año pasado, una de las veces que fui a grabar a canal 9, estaba Coki Ramírez de jurado. Cuando salí del set y ella me vio, nos quedamos un rato charlando y me dio consejos y lindas palabras que me alentaron a seguir. Esas experiencias están buenas porque te das cuenta de cuando un artista es un artista de verdad, porque no basta con cantar bien o hacer los mejores agudos; si no sos una persona humilde y buena con los demás, pronto la magia del talento se termina, porque ser artista es algo integral, son muchas cosas, y si falta el eslabón más importante que es el ser persona antes que artista o que famoso, pronto esa realidad se cae.
Hace poco viviste la experiencia de cantar junto a Valeria Lynch en el Teatro San Carlos de Junín, ¿cómo fue compartir escenario con ella?
Creo que todavía no encuentro las palabras para describir esa experiencia. Veo los videos y no puedo creer ser yo la que está con ella, la más grande. Pero lo que más agradezco es haber podido conocer a Val, no solamente a la Valeria que vieron todos en el escenario, sino a la persona, la que me dio consejos, me habló mucho, y además me sorprendió con la beca para su Congreso de Musicales y Óperas Rock, que realmente terminó de cerrar con broche de oro el mejor fin de semana de mi vida.
¿Qué estilos o géneros musicales te gustan más interpretar?
Si bien empecé con el folclore, cuando fui experimentando con otros géneros me di cuenta que me gusta hacer canciones que cuenten historias. No me encasilló en un género en particular, simplemente me gusta que cuando este cantando a la vez esté contando una historia, esté diciendo algo que le llegue a los demás, y no solamente cantar por cantar. Si la canción no me llega o no encuentro material de interpretación, historia, no la canto a menos que sea un pedido específico de algún show.
¿Cómo te preparás antes de subir a un show o escenario?
Normalmente la preparación para un show es bastante extensa. Me gusta planificar cada show de manera diferente, dependiendo el lugar, la fecha, y lo que me esté gustando en ese momento también. Eso me lleva un tiempo porque me gusta dedicarle atención a las canciones que incluyo, además de que cada show que hago dura entre hora y media y dos horas, cosa que hace que tenga que incluir varias canciones.
Después, el mismo día del show, tomo mucha agua, aunque soy de tomar agua todos los días, ese día más, para estar bien hidratada. Además, me lleva mucho la preparación de lo que me voy a poner y el maquillaje y peinado, porque mis shows son integrales, así que me gusta estar siempre acorde con lo que voy a hacer. Siempre antes de cantar, aunque sea una sola canción, hago vocalizaciones para poder preparar la voz para trabajar libremente.
¿Cómo equilibrás tu vida cotidiana de la escuela, amigos, salidas, con este mundo de la música?
Creo que durante toda mi adolescencia pude equilibrar la vida de Anto cantante y de Anto persona, aunque en muchas ocasiones me pasó de sentir que estaba dejando de lado las cosas que hacían los adolescentes normales, por hacer otras cosas. Yo vivo por y para la música desde siempre, y lo hago porque quiero y porque me gusta, nadie me obliga y aunque mi familia me acompaña, me da mi espacio para que yo decida que quiero hacer y que no, a diferencia de otras familias que si presionan a sus hijos. Creo que por eso si bien sentía que estaba perdiéndome de cosas, también sabía que era mi decisión. Ya ahora siendo un poco más grande aprendí a manejar ciertas cosas para poder disfrutar de todo y por suerte tengo unos amigos que me acompañan siempre que pueden, entonces también disfrutan conmigo de la música y compartimos más momentos juntos.
¿Tenés algún sueño o meta que te gustaría cumplir proximamente?
Estoy muy agradecida con la vida de que a mis 17 años pude cumplir muchísimas metas y sueños que me llevaron hasta donde estoy hoy. Por el momento estoy viviendo el aquí y ahora, disfrutando de mi último año acá en Los Toldos, pero como meta más próxima es poder conseguir el resultado que espero en el Congreso de Musicales y Óperas Rock. De todas maneras, quiero dejar en claro que siempre hay que tener sueños o metas a corto plazo, y no vivir pensando en el futuro lejano, en cosas que quizás se cumplen o quizás no, porque eso nos lleva a frustrarnos por querer lograr ya cosas que llevan años o a veces décadas. Tiempo al tiempo, y hay que disfrutar siempre los pequeños logros del día a día.
También quiero aprovechar este espacio para agradecer a todas las personas que siempre están presentes, con mensajes, parándome en la calle para saludarme o felicitarme y por siempre desearme lo mejor. Quiero que sepan que es muy gratificante su apoyo y que me alienta a seguir por este camino que me da tanta felicidad.
También agradecerte a vos Laura y hago extensivo a todos los periodistas de Los Toldos que siempre me tienen en cuenta para una nota, para difundir mi trabajo o compartir conmigo mis logros.
Con los pies en Los Toldos y la mirada en nuevos horizontes, Antonella transita su presente con gratitud y pasión. “Tiempo al tiempo —dice—, lo importante es disfrutar los pequeños logros de cada día”; una genia Anto!
