El método Pilates, es un sistema de entrenamiento físico y mental creado a principios del siglo XX por el alemán Joseph Hubertus Pilates, quien lo ideó basándose en su conocimiento de distintas especialidades como gimnasia, traumatología, ballet o yoga, uniendo el dinamismo y la fuerza muscular con el control mental, la respiración y la relajación.
En sus principios fue llamado por el propio Pilates Contrología debido a que recalca el uso de la mente para controlar el cuerpo, pero buscando el equilibrio y la unidad entre ambos. El método se centra en el desarrollo de los músculos internos para mantener el equilibrio corporal y dar estabilidad y firmeza a la columna vertebral, por lo que es muy usado como terapia en rehabilitación y para, por ejemplo, prevenir y curar el dolor de espalda.
En una entrevista realizada en radarcentro965 a la Instructora de Pilates Luciana Fernández, sobre el uso de las camas que se utilizan para la práctica, comentaba: “tienen resortes que facilitan el trabajo y también lo complejizan, porque se trabaja el equilibrio y la inestabilidad. Lo importante es trabajar los objetivos del método, trabajar en control, ‘suave como un gato’, decía Pilates. Es más valioso cómo se realiza el ejercicio que el ejercicio en sí y el aparato que se utilice.”
Respecto de las edades previstas para hacer la actividad no hay prescripción alguna, salvo indicación médica. “De parte del instructor se prevé adaptar el ejercicio a las capacidades de la persona y lo que tiene el trabajo en camas es que facilita el ejercicio, por ejemplo, en una persona que tiene la movilidad reducida en lo que sea, encuentra una actividad integral más accesible”, aclara Luciana.
Frente a los beneficios de Pilates, Luciana manifiesta la importancia de la actividad sostenida; “al trabajar con el cuerpo y con las conexiones neuromusculares no hay magia” Los beneficios suceden en las personas que lo practican de manera continua. “No se puede en dos, tres clases corregir algo. Lo que queda en la persona es la conciencia corporal, empezamos a darnos cuenta cómo funciona nuestro cuerpo. Mejoramos mucho la respiración, porque es muy específica en Pilates, y al principio cuesta aprenderla. Entonces se mejora mucho la capacidad respiratoria y se usa en la cotidianeidad. Se mejora mucho la postura, porque se trabaja en llevar al cuerpo a su postura original o anatómica, dentro de las posibilidades de cada uno. Es una actividad para unir mente-cuerpo. Si se trabaja lento, controlado y con la respiración adecuada, tiene un impacto en la mejora del stress; al menos en la clase. A veces, llegamos de una manera y nos vamos de otra. Cada vez que la persona va profundizando su práctica y comprometiéndose, se logra.”